En la antigua Babilonia, situada en lo que hoy se llama
Irak, los antropólogos y científicos durante mucho tiempo se han dedicado a
buscar los vestigios de lo que nos puede dar una respuesta de nuestro pasado,
muchos se dedicaron a investigar la biblia para poder comprobarle a la
humanidad que lo que ahí se menciona, existió y que hay pruebas contundentes
que lo demuestran.
La torre de Babel ha
sido una de las mencionadas de la biblia porque según Génesis fue el
lugar donde apareció por primera vez los lenguas y de ahí se esparcieron por
todo el mundo. Con este relato era importante para la humanidad encontrar
rastros de la Torre de babel. Hoy en día
los investigadores solo han encontrado el Zigurat. Es la explicación que los
hebreos daban a la existencia de diferentes lenguas. Los hebreros de esta época
eran un pueblo humilde y seguramente quedaron por la altura de los zigurats de
40 metros de sus vecinos de Mesopotamia. De esta manera ostentosa de construir
les pareciera absolutamente impresionante, tanto que tomaron la idea de una
torre que quiere llegar al cielo viendo los zigurats. También se puede decir
que era una obsesión que tenían los habitantes de la ciudad para rendirle
homenaje a sus dioses, en esto juega un papel muy importante la religión ya que es la razón de la vida que los unía y
que también los esclavizaba. Así, pues, la religión dominaba la asociación de
la iglesia y el estado.
Quien escribió el pasaje de la Torre de Babel se inspiró en
un zigurat porque fueron los monumentos más altos de esa época, y tomando en
cuenta que la biblia se inicia escribir en Babilonia.
Un zigurat es un templo de la antigua Mesopotamia que tiene
la forma de una torre o pirámide escalonada. El diseño de un zigurat va desde
una simple base con un templo en lo alto, hasta las maravillas matemáticas y
arquitectónicas con varias terrazas rematadas con un templo. La base podía ser
de forma rectangular, ovalada o cuadrada. El núcleo del zigurat –la parte no
expuesta a la intemperie– estaba construido de ladrillos secados al sol
(adobe), mientras que la parte exterior estaba revestida de ladrillos cocidos,
los cuales podían además estar vitrificados en diferentes colores; el acceso se
realizaba mediante escaleras situadas en los lados del zigurat o que ascendían
en espiral hasta la cima.
Los zigurats no eran el lugar en que se realizaban actos
públicos o ceremonias, sino que se les consideraba la morada de los dioses.
Gracias al zigurat, la gente podía estar cerca de los dioses. Cada ciudad tenía
su propio dios o diosa, de la cual era patrón Gobernador. Sólo los sacerdotes
tenían acceso al interior del zigurat para atender a las necesidades de los
dioses, lo cual hacía de ellos un elemento poderoso de la sociedad y el dominio
de las personas.
Los Zigurat, según la cosmogonía babilónica, eran
representaciones religiosas que se construían en dedicación al culto
solar. Estaban compuestas de diferentes
pisos o escalones de forma habitualmente rectangular y que representaban las
diferentes posiciones astronómicas que eran la base de la mitología babilónica.
Estos Zigurat, se extendían a lo largo de toda la Mesopotamia y se adentraban
incluso en ciertas zonas Asirias, encontrándose similitudes en algunas
construcciones de origen egipcio. De esta manera, nos encontramos ante uno de
los principales elementos culturales de los Caldeos, las torres del sol, que
ocupaban importantes puntos del territorio y que constituían un lugar de culto
importante para los babilonios de la época.
La cultura religiosa de Babilonia era fundamentalmente
politeísta, su panteón de divinidades se extendía dé manera que, la base
panteísta de su cultura se unía estrechamente con un conocimiento astronómico
envidiable que acabó por formar parte del elemento religioso y añadió una
visión cosmogónica a las creencias de aquellas gentes. No es de extrañar pues,
que los llamados Zigurat fueran una representación litúrgica del conocimiento
astronómico que por aquel entonces se tenía. De esta manera, los diferentes
círculos o pisos que formaban la torre, eran la representación de cada uno de
los elementos astronómicos principalmente conocidos.
Del zigurat únicamente se han encontrado vestigio
lo que de laguna manera nos indica que son los únicos que han existido, quienes
escribieron el pasaje de génesis se inspiraron en estos templos que tenía la
ciudad de Babilonia. Un mito es como muchos lo definen ya que no hay pruebas
que puedan demostrar que realmente existió.
Este es el relato Bíblico de la Torre de
Babel. Hasta ahora no se ha descubierto ningún documento babilonio que se
refiera claramente a este tema.
La incomprensión existente en torno al mito dela Torre Babel
lo ilustra y legitima que nunca existió. Así, la gente procedente de distintos
nichos culturales otorga distintos significados a la leyenda. De esta forma, un
cristiano verá en él el pecado de la vanidad del hombre que quería alcanzar a
Dios, y el castigo divino del fuego y la destrucción del proyecto común; muchos
arqueólogos intensificaron su búsqueda encontrando únicamente el zigurats.
Zigurat encontrados en Babilonia |
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