En el año 206 a. C., Liu Bang, el emperador Gaozu, fundó
la dinastía Han del Oeste o Han Occidental (206 a. C.-8 d. C.) y estableció su
capital en Chang´an. Durante su gobierno, Gaozu fortaleció el poder
centralizado y aplicó una serie de políticas destinadas a restablecer la
normalidad de la vida de sus súbditos. En el año 159 a. C., el emperador Gaozu
murió, y le sucedió el emperador Huidi. Sin embargo durante dieciséis años el
poder lo ejerció su esposa, la emperatriz Lü Zhi, fue una de las contadas
ocasiones en la que el país de china fue gobernado por una mujer. Entre los
años 165 y 143 a. C., los gobiernos de Wendi y su hijo Jingdi, aliviaron las
cargas del pueblo y la economía prosperó.
Se produjo un incremento del poder de la dinastía Han. En
el año 141 a. C., el emperador Wudi subió al trono y ordenó a los generales Wei
Qing y Huo Qubing que emprendieran campañas militares contra los hunos, el
pueblo nómada que atacaba constantemente la frontera del noroeste. Con estas
campañas, la dinastía Han fue extendiendo su territorio. En sus últimos años de
gobierno, Wudi trasladó el centro de gravedad de su política de guerra a la
economía.
Pero el florecimiento del imperio Han fue acompañado por
el fortalecimiento de los poderes locales, hasta el punto de que estos
desafiaran al gobierno central. En el año 8 a. C., Wang Mang usurpó el trono y
el imperio paso a llamarse Xin, esto supuso el fin de la dinastía Han
occidental.
En el año 25 d. C., Liu Xiu derrotó al usurpador Wang
Mang lo que supuso la vuelta al trono de la dinastía Han, que paso a llamarse
Han del este o Han oriental, ya que estableció su capital en Luoyang, situada
al este de Chang´an. Liu Xiu, cuyo nombre imperial fue Guangwudi, reformó el
antiguo sistema burocrático con el fin de hacerlo más equilibrado y tomó
medidas de modo que el pueblo pudiera vivir en paz y con estabilidad. A
mediados del siglo I, después del reinado de los emperadores Guangwudi, Mingdi
y Zhangdi, periodo conocido como, la dinastía Han recobro su antiguo
esplendor.
A pesar de que el territorio chino acoge a una
considerable diversidad de grupos étnicos, la historia de la civilización china
se remite fundamentalmente a la evolución del grupo de los HAN y al desarrollo
de la lengua china y su sistema de escritura basado en caracteres ideográficos,
Luego de la caída de la Dinastía Qin, el poderoso estado Han estableció la
Dinastía Han. Se separó en dos períodos: la Dinastía Han Anterior, que duró
desde el 206 aC al 8 dC, y la Dinastía Han Posterior que gobernó desde el 25 al
220 dC. El pueblo chino aún hoy hace referencia a sí mismo como el pueblo Han.
El gobierno retuvo mucho de la estructura administrativa
de Qin, pero se alejó del excesivo control central. Cambió de ser puramente
aristocrático a ser más meritocrático, seleccionando oficiales de gobierno a
través de pruebas de servicio civil. Los ideales confucianos, previamente
suprimidos, se convirtieron en centrales para el imperio Han.
En el año 8 dC un oficial rebelde se apoderó del trono
para establecer la efímera Dinastía Xin, pero la Dinastía Han retomó el control
hacia el 25 dC. Durante la Dinastía Han Posterior, florecieron la economía, la
educación y la ciencia. Existía el comercio con los vecinos del norte, así como
también con las civilizaciones de Europa por tierra, a través de la Ruta de la
Seda. Los escritores crearon grandes trabajos literarios, incluyendo textos
históricos y diccionarios. También el budismo fue introducido desde la India a
China. La China Han fue militarmente fuerte, expandiendo sus fronteras para
incorporar lo que es hoy en día el Tíbet, Corea del Norte y el norte de
Vietnam.
Sería correcto afirmar que los imperios contemporáneos de
los Han y los romanos eran los mayores que existían en ese momento en el mundo
conocido. Pese a que no había una relación directa entre los dos, ambos eran
conscientes de la existencia del otro, y existía un vínculo comercial a través
de los otros imperios que existían en Asia Central y que actuaban como
intermediarios. Era un intercambio bastante desigual; China exportaba especias,
telas, y, principalmente, seda.
Finalmente, la Dinastía Han se debilitó por la rivalidad
política y la corrupción. Los poderosos estados vasallos se sublevaron, y se desató
una rebelión a gran escala, que finalmente terminó con la dinastía, en el 220
dc. De ahí en más, China se dividió en tres reinos competitivos, y fue
amenazada por la invasión de tribus nómades del norte.
Luego de la breve irrupción de la dinastía Xin liderada
por Wang Wang, la capital de la China Han se trasladó al lado este y se
estableció en Luoyang. Los Han orientales debieron enfrentar una serie de malas
cosechas que socavaron la economía y que provocaron numerosas rebeliones, de
las que la más relevante fue la “Rebelión de los Turbantes Amarillos”. A medida
que las rebeliones locales tomaban forma, la autoridad del emperador Han decaía
gradualmente y con ello crecía el poder de los caudillos militares locales.
Finalmente, la China Han terminó por ser invadida por hordas de origen mongol
que desestabilizaron fácilmente a la debilitada dinastía Han.
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