Mucho se ha hablado de la importancia de Palenque dentro
de la cultura maya. La tumba de Pakal es epítome de lo elaborado de los
rituales funerarios que practicaban. La arquitectura de sus palacios y templos
es la postal que más vende a Chiapas como destino turístico y los dinteles y
estelas son motivo de admiración de propios y extraños, así como los elaborados
incensarios que dejaron estos artistas mesoamericanos. Sin embargo, Palenque
tuvo para el mundo aportaciones más importantes, aunque menos tangibles, en el
terreno de la astronomía, donde hasta la NASA reconoce su importancia y legado.
De acuerdo con el reputado arqueólogo, Alfonso Morales
Cleveland, la importancia de Palenque en la astronomía data desde el periodo
clásico en el que se desarrolló, pues ésta milenaria ciudad maya fue cuna de
uno de los más grandes astrónomos mesoamericanos, Kan Balam II, hijo del mítico
rey Pakal, quien gobernó a la muerte de su padre. y a quien le tocó concluir su
tumba en el Templo de las Inscripciones.
La NASA ha desarrollado proyectos científicos en la zona
arqueológica, y el interés de la Agencia Espacial Norteamericana por los mayas
de Palenque, para el investigador y epigrafista mexicano, “es un reconocimiento
a las grandes aportaciones efectuadas a la astronomía por los mayas palencanos,
en especial Kan Balam II (Serpiente-Jaguar), hijo del rey Pakal”, cuya tumba en
el Templo de las Inscripciones es mundialmente conocida.
Kan Balam II,
descubrió varios métodos para medir el movimiento de los astros y poder
calcular con miles de años de anticipación su posición exacta, además de ser
artífice de las estructuras y grabados más notables de Palenque, entre ellos,
la tumba de su padre Pakal. Además, resaltó el conocimiento astronómico de los
mayas del periodo clásico y en particular las aportaciones que Palenque realizó
en esa materia, las cuales fueron adoptadas por las culturas mesoamericanas de
esa época.
Kan Balam II fue un gran matemático precolombino y es por
ello que la supercomputadora paralela más poderosa de Latinoamérica, y número 28 entre los equipos universitarios de
cómputo del mundo, la de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en
honor al gobernante maya lleva su nombre.
En Palenque, como en pocos lugares del mundo, los seres
humanos han dejado claro quiénes son, de dónde vienen, hacia dónde van y cuál
es su visión del Universo. Y lo hicieron de manera tan contundente, que por sí
sola define a toda una civilización.
Se cree que Kan Balam, hijo de Pacal, el grande, estaría
enterrado en la isla. La tumba Kan Balam, el rey más importante y reencarnación
de los dioses, jamás ha sido encontrada
Kan Balam II, descubrió varios métodos para medir el
movimiento de los astros y poder calcular con miles de años de anticipación su
posición exacta, además de ser el artífice de las estructuras y grabados más
notables de Palenque, entre ellos, la tumba de su padre el Rey Maya Pakal.
Morales Cleveland, detalló la importancia de Palenque,
cuna de uno de los más grandes astrónomos de toda Mesoamérica: “El hijo de
Pakal fue artífice de importantes modificaciones que perfeccionaron el sistema
secundario del Calendario Maya y creó un nuevo sistema de medición de la luna,
los cuales fueron adoptados por los mayas de otra regiones”.
En la cosmovisión de los mayas, el tiempo ocupa un lugar
muy destacado, los sacerdotes se tomaban muy en serio el oficio de medir el
tiempo, de igual forma, para hacer los cálculos astronómicos y su calendario,
los mayas fueron observadores metódicos y desarrollaron las matemáticas.
Su sistema de numeración, incorporó el avanzado concepto
del cero y la numeración vigesimal. Este gran logro intelectual no existía en
la antigüedad clásica y sólo llegó al Occidente en la Edad Media, desde la
India, a través de los árabes.
La razón que hace suponer al arqueólogo que la tumba de
Kan Balam II es más impresionante que la de Pakal, se debe a que el gobernante
aprovechó la paz y la estabilidad obtenidas por el imperio de su padre, a lo
largo de casi siete décadas (70 años), por lo que no tuvo que pelear por el
territorio y la comida.
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