Ciro el grande |
Ciro da la
libertad a los judíos para volver a Jerusalén con este texto inicia el libros
de Esdras en el primer capítulo de la Biblia.
En el primer
año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca
de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo
pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo:
1:2 Así ha
dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los
reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que
está en Judá.
1:3 Quien
haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está
en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual
está en Jerusalén.
1:4 Y a todo
el que haya quedado, en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su
lugar con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la
casa de Dios, la cual está en Jerusalén.
De esta
manera en la biblia se describe a Ciro como un héroe, por salvar a un pueblo
que estaba sumergido en una ciudad con culturas muy diferentes. Los judíos en
Babilonia nunca perdieron la esperanza de volver a Jerusalén, así como su fe en
la salvación. Varias décadas más tarde, en el año 538 a. C., los Judíos en
Babilonia se les permitió regresar a la Tierra de Israel, debido a el decreto
de Ciro el Grande, el gobernante del Imperio persa que había conquistado la
región y concedió a los Judíos el derecho de adorar a su Dios en Jerusalén, en
una cierta forma de autonomía.
Alrededor de
50.000 habitantes de Judea, dirigido por Zerubabel regresó a la Tierra de
Israel y construyó el Segundo Templo de Jerusalén, tras el decreto de Ciro el
Grande, mientras que algunos se quedaron en Babilonia. Un segundo grupo de
5.000, dirigido por Esdras y Nehemías, regresó a Judea en el año 456 antes de
Cristo. Bajo el dominio y protección persa.
El rey persa
Ciro, a quien Isaías se refiere llamándolo "pastor" y
"ungido" de Jehová (Is 44.28; 45.1), promulgó en el primer año de su
reinado (538 a.C.), por el cual los judíos exiliados en Babilonia quedaban en
libertad de regresar a su patria llevando consigo el encargo expreso de
edificar la Casa a Jehová, Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en
Jerusalén. Casi cincuenta años habían transcurrido desde el día en que los
babilonios incendiaron el Templo, derribaron el muro de Jerusalén y prendieron
fuego a todos sus palacios. En aquella ocasión, la mayoría de los que lograron
salvarse fueron llevados cautivos a Babilonia.
La primera
sección de las dos en que se divide el libro de Esdras (cap. 1–6) ofrece una
detallada información sobre el tiempo que siguió al retorno a Jerusalén de los
judíos exiliados. Bajo la supervisión y la dirección de Sesbasar y Zorobabel,
los repatriados llevaron importantes riquezas
lo que es más significativo,los utensilios de la casa de Jehová que
Nabucodonosor se había llevado de Jerusalén.
Sin embargo, la alegría del
regreso fue efímera, pues no tardó mucho en verse ensombrecida con problemas y
dificultades. En cierto momento llegó el desánimo entre los trabajadores, que
hasta la reconstrucción del Templo quedó suspendida.
Para los
judíos, Ciro es considerado un mesías por haberlos liberado de Babilonia y no
esclavizarlos, si no que los envió
nuevamente a Jerusalén.
Podríamos
decir que la mención en la biblia es un agradecimiento a Ciro, por a verlos
liberados de Babilonia.
Ciro el
grande era llamado por exilio a los cautivos de esta manera se refiere la
Biblia, esto sin mencionar que hay muchas cosas que no concuerdan porque Ciro
se consideraba rey de la tierra.
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